La lucha por las plazas

Los expertos

Hay que preservar los privilegios espaciales

A menudo tenemos la imagen de altos directivos cuyos despachos están situados en el último piso de los edificios de oficinas. Pero, ¿por qué los directivos de las organizaciones siguen ocupando un lugar privilegiado en los edificios de las empresas? En un estudio reciente nos planteamos esta cuestión. En concreto, tratábamos de entender los procesos por los que los individuos tratan de mantener a toda costa su privilegio espacial en una empresa. Cuando es así, utilizan el espacio organizativo (las oficinas y su organización/disposición dentro de la empresa) como objeto de poder. 

Las oficinas tienen un valor simbólico, y su ubicación en la empresa determina en parte la organización y el flujo de trabajo. No es de extrañar, por tanto, que los empleados de las empresas busquen los mejores asientos, sin embargo, no todos los empleados son iguales en la búsqueda de privilegios espaciales. Los altos directivos deciden primero. Así, la jerarquía organizativa se reproduce en la jerarquía de los espacios de oficina: es la llamada lucha por el espacio.

Reforzar su posición estratégica antes de satisfacer las necesidades de las empresas

Para realizar nuestro estudio, tomamos el caso de una empresa emblemática del sector bancario. Cuando se inauguró su nueva sede en 1995 (en aquel momento la mayor de Europa), se planteó replantear la organización de las oficinas para facilitar el trabajo en equipo, la comunicación y la colaboración entre departamentos. Sin embargo, esta búsqueda de una mayor horizontalidad no tuvo éxito. Peor aún, la macrozonificación no ha hecho sino reforzar la verticalidad, a pesar de que los estudios estratégicos pretendían situar las direcciones en función de sus necesidades profesionales. De este modo, los altos directivos más influyentes pudieron dotarse de un lugar de elección en un despacho individual. En términos más generales, este caso pone de manifiesto las numerosas dificultades a las que se enfrentan las organizaciones con sus espacios, que replantean y reforman constantemente, en busca de la configuración óptima.

Encontrar su lugar en la organización, ¿una búsqueda sin fin?

Nuestra investigación demuestra que el significado que cada persona da al lugar (en el sentido de la ubicación de la oficina, la disposición de la misma) que se le ha concedido (o que se ha concedido a sí mismo) en la organización difiere de una persona a otra. En general, las personas buscan estar cerca del poder.  Por lo tanto, si ocupan una posición estratégica, tratarán de mantener este privilegio espacial, lo que justifica la idea de que existe una lucha por la posición. Además, la configuración de los locales y la organización de las oficinas dicen mucho de la cultura de la empresa y de la mayor o menor importancia de la jerarquía organizativa en las actividades de los empleados.

Desde 2018, el actual Presidente del grupo bancario ha decidido trasladar su despacho de la parte superior de la torre al centro de la misma. Se trata de una decisión significativa, ya que el Presidente desea mostrar su proximidad a los distintos departamentos. Pero este cambio no será sin cambios en la ubicación de otras oficinas, como un juego de sillas musicales.

En un contexto de creciente despersonalización de las oficinas vinculado a la llegada de la oficina flexible (Minchella, 2021), es probable que se refuercen estas cuestiones sobre el privilegio espacial y la lucha por el espacio, entre quienes podrán seguir manteniendo un escritorio fijo y personalizable y otros que tendrán que resignarse a ocupar espacios flexibles, móviles y no personalizables.

Fecha de publicación Enero 2023